Esto conllevó a relegar a un segundo plano el torneo Grand Prix (donde se dio descanso a jugadoras titulares) y tomar la Copa Panamericana como último ensayo. El pobre resultado en el torneo mundialista (12 entre 16 equipos con 2-7) le costó bajar del puesto nueve al 11 en el ranking de la FIVB.
La hora cero ha llegado para comprobar que la estrategia fue certera y en Londres este cuadro tendrá la oportunidad de demostrar cuánto ha crecido.
Las criollas, que volaron el sábado desde México a la capital inglesa, afrontan tres partidos complicados en el arranque con choques ante Italia, Rusia y Japón. Luego se medirán a Gran Bretaña y Argelia, dos rivales que, en el papel y por su historial de enfrentamientos, lucen inferiores a las quisqueyanas.
Cuatro equipos de cada uno de los dos grupos avanzarán a la segunda ronda, donde los ganadores pasarán a semifinal. En su previa actuación Olímpica (Atenas '2004), las dominicanas apenas ganaron un partido (3-2 a Estados Unidos).
El entrenador brasileño del equipo, Marcos Kwiek, llevará a Gran Bretaña a tres jugadoras de las que estuvieron en Grecia hace ocho años (Milagros Cabral, Annerys Valdez y Prisilla Rivera).
El equipo, que recibió la inyección de la libero Brenda Castillo, es completado por las colocadoras Karla Echenique y Dharlenis Marte, las centrales Lisvel Eve-Castillo, Cándida Arias y Cindy Rondón, la atacante Bethania de la Cruz; además de las opuestas Gina Mambrú, Sidarka Núñez.
Dos octavos lugares en Grand Prix es lo más alto que ha llegado el equipo en torneos mundialistas.