Un primo de la víctima que se identificó como Jonathan de 25 años de edad, dijo que Acosta no era un hombre conflictivo y lo describió como un aguerrido fanático de los Yankees. “Nunca, que yo sepa, buscó problemas con nadie y aparentemente no tenía enemigos”, añadió el primo.
Negándose a dar su apellido, Jonathan relató que él y la víctima crecieron jugando béisbol en el vecindario.
“Me pongo a llorar cuando recuerdo nuestros mejores momentos”, agregó. Acosta siempre vestía el uniforme a ropas deportivas con las alegorías de su equipo favorito con sede en El Bronx.
Al cierre de esta nota, la policía no había hecho arrestos en conexión con el asesinato del dominicano.
Parientes, vecinos y conocidos de Acosta levantaron un altar en el área donde fue asesinado en el que colocaron velones, velas, flores, mensajes escritos, peluches y la fotografía de la víctima en uniforme de los Yankees.