"Serían dos plantas de 300 megavatios cada una", explicó Medina a periodistas en el Palacio presidencial de Planalto, tras su reunión con Rousseff, a quien además invitó a asistir a su investidura, que está prevista para el próximo 16 de agosto.
Indicó que se trata de instalaciones que funcionarán "a carbón o a gas", lo cual no está definido, por lo que tampoco es posible establecer los costes de producción ni las necesidades reales de financiación.
El presidente electo dijo que República Dominicana tiene todavía "grandes carencias" de energía eléctrica y que durante su gestión de gobierno pretende, por lo menos, minimizarlas.
"Necesitamos incrementar la oferta de energía eléctrica" para dar un mayor impulso a la industria, indicó Medina, quien no precisó cuál sería la forma de participación brasileña.
"Eso lo discutiremos más adelante", indicó el presidente electo, quien adelantó que Rousseff le ofreció "todo el apoyo" posible para ese proyecto.
En la reunión con la presidenta, Medina también pidió cooperación en programas sociales que planea desarrollar a partir de su toma de posesión, tomando como base la experiencia brasileña.
Dijo que, como hizo Brasil en los últimos diez años, se propone avanzar en políticas que permitan "que los pobres asciendan a la clase media", mediante la "creación de oportunidades y planes de promoción e inclusión" social.
Tras la entrevista con Rousseff, Medina viajó hacia la ciudad de Sao Paulo, donde mañana se entrevistará con autoridades locales y empresarios.
El presidente electo prevé concluir su visita a Brasil el miércoles, en Río de Janeiro, donde también se reunirá con representantes del Gobierno regional y del sector privado.