Cesar Medina |
La mano de Dios opera casi siempre frente a algunas locuras e
iniquidades políticas. Porque fue Porfirio López Nieto-- el que montó el
moderno centro de cómputos anti-fraude a Hipólito Mejía y que fue
objetado por el PLD “por sus antecedentes”-- quien probablemente le
evitó una gran tragedia al país horas después de conocerse el resultado
electoral del domingo.
A las 9:OO de esa noche, López Nieto le informó a Hipólito que con el 90
por ciento de las actas escaneadas, auditadas y validadas, los
resultados eran los siguientes: PLD y aliados 51.12 por ciento, y PRD y
aliados 47.8, sin ninguna esperanza de que el conteo pudiera variar con
el 10 por ciento de las actas restantes.
Estaban presentes aunque probablemente nunca lo testimonien, Milagros
Ortiz Bosch, Enmanuel Esquea Guerrero, Orlando Jorge Mera, Rafael
Subervi, Cesar Sánchez, Cesar Cedeño, el general Díaz Morfa y Jaime
Aristy Escuder, quienes acompañaban al candidato Mejía.
Tras conocer el resultado, Mejía dijo que había que esperar el resultado
final para fijar una posición al respecto, y adicionalmente pidió un
informe de la comparación de las actas escaneadas por su centro y la
JCE.
Proponen una locura
Después del planteamiento de Hipólito, Esquea
Guerrero sugirió una rueda de prensa inmediata para proclamar ganador al
candidato del PRD, invirtiendo los resultados de los cómputos de su
centro, una iniciativa a la que se sumó Fello Subervi.
La locura llegó a material de manicomio a las 10:15 de la noche una vez
digitadas todas las actas escaneadas por la JCE, cumpliéndose la
tendencia inicial sin producir ninguna variación significativa en el
resultado.
Pocos minutos después llegó la señora Taina Gautreaux completamente
fuera de control y se sumó a la irracionalidad con la propuesta de
impugnar los resultados y al mismo tiempo lanzar a las calles los
cuadros políticos del partido, que estaban listos para eso. Se buscaría
con eso presionar al gobierno y forzar una negociación. Eso también lo
aprobaron Esquea y Subervi.
Luego se procedió a solicitar un informe de las inconsistencias entre
las actas en su poder y las de la Junta, lo cual fue entregado el lunes
21, horas después de conocerse oficialmente el resultado electoral. Al
momento de conocerse este último informe se habían integrado al grupo el
señor Alfredo Pacheco, el ex-general Rojas Tabar. El informe no señaló
variación importante en la comparación de las actas.
Fue entonces cuando se sugirió lanzar a los perredeistas a las calles a
reclamar el Triunfo de Hipólito” y en protesta contra el “fraude
colosal”.
Entra en juego López Nieto
López Nieto pudo apreciar entonces el grado de locura en las propuestas
de los principales dirigentes perredeistas, y advirtió que no se
prestaría a un hecho de esa naturaleza.
Minutos después alertó a instancias internacionales importantes de lo
que estaba ocurriendo, con detalles sobre los resultados reales de los
comicios y la aclaración de que las alegadas irregularidades solo
existían en las cabezas calenturientas de esos perredeistas.
Pocas horas después, el embajador de los Estados Unidos felicitó a
Danilo Medina como Presidente electo y santificó las elecciones al
señalar que habían transcurrido en completo orden, sin irregularidades.
También felicitó a la Junta Central Electoral.
Lo que ocurrió más adelante estuvo a punto de salirse de control. López
Nieto comunicó oficialmente su posición de que no permitiría semejante
desatino y que estaba dispuesto a depositar en las instancias necesarias
un informe detallado sobre todo lo ocurrido en ese centro de cómputos.
Llegó un momento en que el propio Hipólito y sus allegados se plantearon
desautorizar a López Nieto e insistir en la ocurrencia de un “fraude
colosal”.
Eso estuvo a punto de llegar a la locura total.
por cesar media/listindiario.com