El sistema informático de la Junta Central Electoral fue "hackeado" la
noche del conteo de los votos de las elecciones del pasado domingo,
según admitió ayer el miembro titular del organismo César Francisco
Féliz Féliz.
Dijo que "los ataques que recibió ese centro de cómputos de los
hackeadores fueron incalificables, incontables. Anonymous y todos
atacaron a la Junta inmisericordemente esa noche", reveló Féliz Féliz.
Féliz Féliz refirió que el centro de cómputo de la JCE siempre ha sido
blanco de ataques en elecciones, pero que ahora fueron más constantes y
numerosos que nunca.
Reveló que antes de las elecciones, la JCE contrató empresas
especializadas para asesorarse y evitar posibles hackeos al sistema de
transmisión de los resultados de las elecciones.
Al área de procesamiento de los resultados de las elecciones en la sede
de la JCE no se permitió que los técnicos de los partidos observaran el
proceso, pero sí se autorizó la entrada de los observadores de la
Organización de Estados Americanos (OEA).
Preguntado sobre ese particular, Féliz Féliz respondió: "ellos pueden
decir lo que quieran, la Junta estaba comprometida con el país no con
observadores técnicos… El reglamento es una cosa y esa noche nosotros
teníamos que responderle al país y dijimos que el que ganó, ganó".
Diez días antes de las elecciones del pasado domingo durante una
inspección rutinaria de los escáneres, una empleada del Departamento de
Documentación de Informática descubrió que uno de estos aparatos había
sido desprogramado poniendo rápidamente en conocimiento de sus
supervisores la delicada situación.
Ese mismo día sin pérdida de tiempo y ante la gravedad del caso, los
ingenieros Luis Leger y Alfredo Soler, técnicos del Centro de Cómputos,
informaron de inmediato al presidente de la Junta Central Electoral,
Roberto Rosario, que el departamento había sido objeto de un sabotaje,
que de concretarse, pondría en juego toda la credibilidad del proceso.
Aunque no se pudo detectar en las horas siguientes quién o quiénes
estaban detrás del sabotaje, en la investigación se pudo establecer que
la últi- ma vez que se usó el escáner, objeto de la reprogramación, fue
durante una prueba realizada en la Gerencia de Informática.
Ante ese hecho comprobado, las fuentes dijeron que Rosario instruyó
tanto a Leger como a Soler, para que el caso se mantuviera en las más
estricta confidencialidad, en vista de que los directivos de la Gerencia
de Informática no tenían conocimiento de lo que estaba pasando.
Solo a algunos miembros del pleno se les puso en conocimiento de la
delicada situación. La fuente explicó que una de las tácticas utilizadas
fue la de dejar las cosas como estaban hasta el jueves 17 de mayo, tres
días antes de las elecciones, para no levantar ningún tipo de sospecha.
Uno de los especialistas que trabajó muy de cerca en la instalación de
los escáneres, explicó que con la reprogramación de uno o varios de
estos equipos, de manera mal intencionada se buscaba hacer colapsar la
trasmisión de la data, porque los mismos no reconocerían las
características de las actas, y que por tanto el documento llegaría
vacío al centro de cómputos.
Durante esos tres días, cinco equipos de técnicos "confiables"
recorrieron todo el territorio nacional y reprogramaron de manera
directa todos los escáneres de transmisión para corregir cualquier
defecto, dejando así poco tiempo de acción a los "intrusos que
pretendían sabotear todo el proceso".
FUENTE:Elsiglo21.com