Dwyane Wade sabía que su actuación en el primer día de la temporada no había sido la mejor y que debía mejorar.
Todo cambió unas horas más tarde.
El "Flash'' del Heat de Miami brilló como suele hacerlo noche tras noche y el miércoles guió a su equipo a un triunfo sobre los Sixers.
"El martes apresuré muchas jugadas y no pude encontrar mi ritmo'', afirmó Wade.
"Ahora todo funcionó mejor. Y de eso se trata, de ir superándonos en cada juego'', terminó diciendo Dwyane.
Eso es lo que precisa el Heat cuando se apresta a debutar en casa nada más y nada menos que ante Orlando, que junto a Boston conforman el dúo más peligroso para Miami en la Conferencia Este.
Al menos, para los Tres Grandes -Wade, Chris Bosh y LeBron James- resultó un buen levantón luego de una derrota en Boston que dejó muchas dudas sobre la compenetración entre las estrellas.
Aunque Wade llevó la voz cantante en la ofensiva con 30 puntos, James y Bosh colaboraron con 16 y 15 puntos, respectivamente.
"Todavía estamos aprendiendo a entendernos entre nosotros'', agregó Wade. "Todos los días alguien será el que más anote, pero lo importante, al final, es que podamos sumar todos los triunfos posibles''.
Miami estuvo en control del choque de principio a fin, y cuando terminó el tercer período el equipo del coach Erik Spoelstra vencía 80-54.
Pero los Sixers ofrecieron resistencia y en los últimos minutos realizaron un rally de 15-3 para amenazar el dominio de los visitantes.
Afortunadamente, Filadelfia no contó con un arma inesperada del Heat: James Jones, quien encestó seis triples y abrió los espacios para que el resto de sus compañeros atacara con más soltura.
"Con Mike Miller lesionado, Jones ha ocupado ese lugar importante de tirador a larga distancia'', indicó Wade, quien sentenció a Filadelfia con una penetración poderosa al canasto en la última acción del encuentro.