Resulta difícil ser demasiado despectivo respecto de las chances de los Hawks considerando que ganaron 53 partidos el año pasado en una liga acreditada de básquetbol -- pero lo cierto es que esto parece ser lo más lejos que este equipo puede llegar. Además, no hicieron prácticamente nada para cambiar su situación durante la temporada baja.
Podemos ver algunas mejoras si nos esforzamos un poco. Bajo Drew, es posible que veamos menos Iso-Joe y una mejor defensa de transición. Aunque resulta difícil imaginar que la ofensiva vaya a mejorar sobre la del año pasado, la defensa parece tener mucho espacio para mejorar. Teague podría superar a Bibby como base titular y proporcionar algún alivio, mientras que Williams también podría recuperarse de una decepcionante campaña 2009-10.
Sin embargo, algunas tendencias mucho más fuertes están tirando a los Hawks hacia el otro lado. Crawford tuvo un año excepcional el año pasado y es poco probable que se repita, mientras que Johnson ya tiene una edad en la cual el rendimiento puede caer de forma repentina. Más importante aún, es prácticamente un hecho que los Hawks sufrirán más lesiones esta vez. O, para decirlo de otra manera, estamos seguros de que no se lastimarán menos. Y cuando esto ocurra, la directiva no contará con el dinero necesario para cubrir los huecos.
Como resultado, el panorama sigue siendo el mismo: llegarán sin problema a los playoffs, pero no tienen ninguna oportunidad seguir participando en ellos después de las tres primeras semanas. Si estás detectando un patrón aquí, es por algo. Los Hawks llegaron a las finales de conferencia durante su primer año en Atlanta, y desde entonces han llegado a la segunda ronda de los playoffs 14 veces, perdiendo las 14, incluyendo barridas las últimas dos temporadas. Hay buenas chances de que lleguen al N° 15 este año, y aún mejores de que ni siquiera lleguen a eso. Si bien es poco probable que alcancen su techo del año pasado, van a permanecer en el mismo vecindario siempre y cuando su línea frontal se mantenga saludable.
Movidas de Temporada Baja
Aquí está la temporada baja de Atlanta en una frase: económicamente insensata. Los Hawks contrataron al entrenador menos costoso posible y luego inexplicablemente rompieron el chanchito para conservar a Joe Johnson con un contrato que probablemente los dejará atados de pies y manos para futuros acuerdos.
No le ofrecieron contrato a Mike Woodson, contrataron a Larry Drew como entrenador en jefe.
La gran campaña de Atlanta fue lo mejor y lo peor que le pudo haber pasado a Woodson. Por un lado, recibió mucho crédito por haber ganado 53 partidos y haber elevado el registro del equipo por quinta campaña consecutiva. Por otro lado, el sentimiento compartido de que el equipo había llegado a su techo con el dúo Iso-Joe fue un impulso para el cambio.
Pero lo que los Hawks hicieron a continuación fue extraño. Contrataron al asistente Larry Drew básicamente porque sería menos costoso que el resto de los candidatos. Espías en Hotlanta dicen que los propietarios tomaron esta decisión a pesar de la preferencia del gerente general Rick Sund por el asistente de los Mavs, Dwane Casey, añadiéndole otra capa de intriga al procedimiento.
Si bien Drew tiene un buen nombre como asistente y los jugadores se sienten cómodos con él, esto le suma un tercer aspecto desconcertante a la decisión: Si estás despidiendo al entrenador para cambiar de dirección, ¿cuánto puedes cambiar realmente contratando a su principal asistente?
Ficharon a Joe Johnson por seis años y $123.7 millones.
Este es el peor contrato de la agencia libre. He dicho en varios otros lugares que las reglas del tope salarial son un gran incentivo para que los equipos paguen por demás para mantener a sus propios agentes libres, y claramente los Hawks siguieron esta línea de pensamiento.
Pero cuando te metes en mega-contratos de este tamaño, hay más alternativas sobre la mesa. Atlanta fácilmente podría haber firmado-y-canjeado a Johnson obteniendo una importante excepción de canje, como lo hizo Utah con Carlos Boozer. De hecho, con el resto de sus activos, probablemente habrían superado al Jazz por Al Jefferson en tal escenario. En última instancia, habrían estado bien posicionados para sumar piezas alrededor de su núcleo joven integrado por Al Horford, Marvin Williams y Josh Smith.
Además, la realidad financiera de Atlanta es que no pueden permitirse el lujo de tener un contrato monumental, que es exactamente en lo que Johnson se habrá convertido para el tercer año de su acuerdo. El equipo está perdiendo dinero y no puede darse el lujo de entrar en el impuesto al lujo, por lo que su salario será una carga mucho más pesada de lo que sería, por ejemplo, para New York o Houston. Si creías que el equipo ya había tocado su techo con este grupo, entonces no había por qué temerle al cambio, aunque significara dar un paso atrás en el 2010-11.
Canjearon el pick global N° 24 por los picks Nº 27 y 31; seleccionaron a Jordan Crawford y le vendieron el pick N° 31 a Oklahoma City.
Me gusta lo que hizo Atlanta al adquirir dos picks por uno sin dejar de incorporar al jugador que querían en Crawford. Si bien es una réplica casi perfecta de las habilidades del otro Crawford de Atlanta, su homónimo también será agente libre al término de la campaña. La venta del pick N° 31 podría terminar siendo un error, dado que podrían haber utilizado al jugador seleccionado por el Thunder (el alemán Tibor Pleiss), pero éste es otro ejemplo de las dificultades financieras de los Hawks y de por qué el exuberante acuerdo de Johnson fue un gran error.
Seleccionaron a Pape Sy en el draft.
El pick de segunda ronda es un prospecto que, increíblemente, estará en el roster de los Hawks esta temporada. Se considera que tiene potencial defensivo pero que debe mejorar sus aptitudes ofensivas. Atlanta ha hecho muy poco uso de su equipo de la Liga de Desarrollo, pero Sy parece ser un candidato ideal para un viaje prolongado a Utah.
Ficharon a Josh Powell con un contrato anual por el mínimo para veteranos.
Powell tuvo un pésimo desempeño con los Lakers la campaña pasada, pero es difícil discutir con el precio. Lo que resulta más fácil de discutir es la elección de los Hawks en cuanto al tamaño. Atlanta aún tiene a un solo jugador frontal que supera los 6-9 pies de altura, lo que va a dejarlo muy vulnerable contra las líneas frontales de elite de la liga. Firmaron-y-canjearon a Josh Childress a Phoenix por un pick de segunda ronda. Childress nunca iba a jugar en Atlanta por el precio que pedía, de modo que los Hawks al menos consiguieron un pick de segunda ronda del draft 2012 de los Suns por haberse tomado el trabajo de renunciar a sus derechos. Los Hawks también recibieron una excepción de intercambio de $3.6 millones, aunque es poco probable que vea la luz del día antes del draft 2011 (si acaso), debido a las consideraciones del impuesto al lujo.
Ficharon a Etan Thomas por un año, el mínimo de veteranos.
Atlanta necesitaba un tercer centro decente desde hace algún tiempo, y contar con Thomas sin duda será preferible a los camafeos de Randolph Morris que los aficionados de los Hawks han padecido estas últimas dos temporadas. Dicho esto, es viejo, tiende a lesionarse, y es pequeño, y se pasará el año encerrado en una caja de vidrio con la etiqueta "romper sólo en caso de emergencia".
Mayor fortaleza: Durabilidad
Y esperemos que siga así. El mayor atributo de Atlanta las últimas tres temporadas ha sido que tienen un montón de jugadores decentes que no se lastiman. Cuatro titulares se perdieron el último partido de la campaña (que no tenía valor) pero hasta ese momento los cinco titulares y Crawford se habían perdido apenas nueve juegos entre todos. Evans y Pachulia se perdieron otros siete, lo que significa que la rotación completa de ocho hombres solamente tuvo 16 ausencias no deseadas en total.
Y eso es muy importante, porque la "profundidad" de Atlanta es bastante inestable -- sobre todo en la línea frontal, adonde Powell es un talento de Liga de Desarrollo jugando como cuarto grandote de los Hawks. De hecho, la mejor jugada de Atlanta podría ser el uso de Williams como ala pivote de reserva este año y jugar más a menudo con Johnson en la 3. Tal maniobra requeriría hábiles malabarismos con la rotación por parte de Drew, pero también les daría más tiempo a Jordan Crawford y Jeff Teague en el perímetro.
Mayor debilidad: Dinero
La renovación del contrato de Johnson sólo exacerba lo que probablemente sea el principal problema de los Hawks de aquí en adelante: el hecho de que mantener a este grupo unido va a resultar cada vez más costoso, y ellos no tienen el dinero necesario para pagar la factura. Ya hemos visto las primeras etapas de este problema en lo que fue una temporada baja tacaña tras el fichaje de Johnson. Los únicos movimientos de Atlanta fueron contratar al entrenador menos costoso disponible y un grandote de salario mínimo quien tiene pocas chances de brindar alguna solución para su falta de profundidad en la línea frontal.
Y las cosas sólo empeoran desde aquí. Los Hawks podrían utilizar la excepción de intercambio de Childress para adquirir un jugador frontal, pero eso los pondría justo contra el impuesto al lujo. Con Jamal Crawford a convertirse en agente libre el año próximo y Horford a recibir al menos el doble de su salario como agente libre restringido, los Hawks probablemente estarán bailando con el impuesto al lujo durante los próximos veranos.
Esto no sería un gran problema para un equipo con mayor recaudación o con propietarios más adinerados, pero los Hawks ya están perdiendo dinero de a montones. En algún momento, las preocupaciones financieras van a derramarse sobre el producto en la cancha, y este verano probablemente haya sido la primera ola. Y repetiré una vez más para la posteridad, que el contrato de Johnson sólo agrava este problema.
Predicción: 46-36, 3º en la División Sudeste, 6º en la Conferencia Este
Escrito por: John Hollinger (ESPN)
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