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viernes, 3 de diciembre de 2010

SOBRE LAS ELECCIONES DE ABADINA // POR: OSVALDO RODRÍGUEZ SUNCAR.

Las elecciones de este sábado en la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina) marcarán el rumbo de esa disciplina, en años por venir, en esa importante demarcación.

No falta quien afirme que el resultado de la escogencia de un nuevo Comité Ejecutivo de Abadina habrá de repercutir en el baloncesto nacional, dado la importancia de esa asociación y su torneo superior en la imagen que se percibe del baloncesto en el país.

Dos planchas terciarán en los comicios a los cuales nos referimos.

Una, la que encabeza el actual presidente de la entidad, Manuel -Cholo- Suero, acompañado por la mayoría de sus compañeros en el mencionado Comité, del cual es disidente el licenciado José Augusto Castro, el inquieto presidente del Club Bameso, quien va como vicepresidente de la otra plancha, la cual encabeza el, más inquieto aún, hombre público, ingeniero Johnny Marte, presidente del Club Los Prados.

La mayoría de los clubes del Distrito Nacional que han tenido franquicia superior y que en la actualidad están afiliados a la Abadina, con derecho a voz y voto, apoyan al binomio Marte- Castro. Entre esos clubes se pueden citar los de ambos (Los Prados y Bameso), San Carlos, Mauricio Báez, Naco, Rafael Barias, Villa Francisca.

De su lado, Suero cuenta con el apoyo de su club (San Lázaro), Huellas del Siglo y El Millón; clubes estos dos últimos los cuales están representados en el actual Comité Ejecutivo y a quienes Suero les concedió el derecho de operar franquicia superior a partir de este año.

Así, la mayoría de los clubes que en el Distrito Nacional han operado y operan franquicias superiores se oponen a la reelección de Cholo en Abadina.

Prudencia y cordura

A horas de celebrarse el escrutinio de los votos en Abadina es oportuno hacer un llamado a la prudencia y la cordura de dirigentes, en su gran mayoría veteranos del movimiento clubístico, quienes no deberían ofrecer a la juventud nacional el mal ejemplo que con frecuencia constituyen las elecciones en el seno de las entidades, de cualquier género, en nuestro país.

El proceso, en el cual ya ha habido acusaciones y contraacusaciones de compra de delegados (?), persecución y hasta chantaje, debería culminar con una elección sin duda alguna de un Comité Ejecutivo, como resultado de la expresión de la mayoría de los clubes que forman la Abadina, manifestados éstos por medio de sus respectivos votos. El que ganó, ganó. Y el que perdió, perdió.

¿Cuál es el mal ejemplo del cual hablamos? El irrespeto a la voluntad de la mayoría. La variación de esa voluntad por medio a elementos de presión, chantaje o simple compra de conciencias, ofreciendo prebendas. Sí, prebendas.

También enlodando la victoria ajena, alegando que se ha sido derrotado porque el contrario utilizó aquellos detestables métodos antes citados.

Hora de un cambio

Nos inscribimos en la larga lista de quienes piensan que ha llegado la hora de producir cambios en el Comité Ejecutivo de la Abadina. En la base de funcionamiento de esa entidad.

Sin embargo, creemos que esos cambios deben ser parte de un proceso, que tenga por norte alcanzar el objetivo de democratizar la Abadina, tradicionalmente manejada con un sentido autocrático de su presidente.

La democratización de la cual hablamos es aquella concepción de la responsabilidad y deberes compartidos, para beneficio de la mayoría.

La de la discusión libre de las ideas, en un ejercicio dialéctico de convivencia entre instituciones de variados intereses y clases sociales.

Sí, porque el muchacho que ama el baloncesto en Naco tiene unas características de clase distintas al que le gusta en Mi Barrio Mejoramiento Social y está organizado en el Bameso.

Como también son distintas las características de clase del muchacho de Los Prados y el de Guachupita. Aunque todos estén representados en la Abadina.

Entonces, esa entidad, plural como debe ser, también deberá tener sus contradicciones, sus luchas internas, inevitablemente.

Solo que quienes se agrupan en ella, se suponen que tienen a su vez un objetivo común: el bienestar del baloncesto y su gente.

Es ese bienestar el que todos los sectores que inciden en el baloncesto capitalino, para el caso de la Abadina, deben buscar. Sin autoritarismos, sin imposiciones, como casi siempre ha sido.

PIE DE FOTO:
Johnny Marte, quien encabeza una plancha, junto José Muñoz, Edwin Castillo, Adriano Meregildo y Saturnino Martínez.

Escrito por: Osvaldo R. Suncar //  clubcienfuegos.es.tl Esta web ha sido diseñada por Mega Color Support Entertainment © 2009 ( Contactos: ordenesmegacolor@hotmail.com * tel.: 829-850305
 
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