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viernes, 26 de noviembre de 2010

MANNY QUEZADA: "SIEMPRE HE SIDO UN FANATICO DE ESPAÑA".

El escolta dominicano de Baloncesto León quiere dedicarse a la Psicología infantil cuando deje el deporte, tiene sólo 25 años y nunca había estado en España antes.

Lleva tres meses en la capital leonesa y reconoce que echa en falta el ambiente familiar, a sus padres. La mayor parte de su tiempo está ocupada por los entrenamientos, aunque los ratos libres los dedica a la Play Station, Internet y el cine. Es un fanático del fútbol, del Real Madrid, la selección española y, sobre todo, del método de Mourinho, «un buen manager».

Lleva en León tres meses, tiempo suficiente para convertirse en uno de los puntales sobre los que Javier de Grado sujeta el buen juego desplegado por Baloncesto León en esta temporada. El escolta Manny Quezada, de origen dominicano pero criado en Estados Unidos, aún camina hacia su adaptación plena, pese a que él ya exhibe su satisfacción por residir en esta ciudad. «La gente es muy amable y me tratan muy bien», agradece.

Su rutina es muy parecida a la de cualquier estudiante Erasmus, aunque sustituye la fiesta por el descanso y la universidad por el entrenamiento. Vive solo en un pequeño piso de Trobajo del Camino y, aunque le pese, le toca cocinar de vez en cuando: «No me gusta mucho», reconoce. Para mitigar la pena, acude a las hamburguesas y las patatas fritas de las cadenas estadounidenses de comida rápida. Le cautiva la paella y no soporta los derivados del cerdo. «No puedo ni con la morcilla ni con la cecina, tampoco con el jamón», explica casi pidiendo perdón, porque sabe que estos productos son bandera gastronómica de la provincia. Él prefiere las pechugas de pollo y el arroz.

Pasa la mayor parte del tiempo conectado a la computadora, la única herramienta que le permite mantener el contacto con su familia y amigos. Echa de menos a sus padres, aunque sabe que, cuando acabe la campaña, podrá visitarlos. La espera es menos traumática con Internet. «Siempre me comunico con ellos, los llamo por teléfono a través de la Red o por el Facebook», comenta Quezada, quien asume que «el ambiente familiar es lo que más me hace falta». Tiene 25 años y es la primera vez que está en España. Cuando le fichó el club leonés pensó que «era una gran oportunidad que no podía dejar escapar». Asegura que ya conocía el equipo porque compatriotas suyos «habían jugado aquí y además es un club muy importante en el baloncesto español». Por la cancha del Palacio pasaron antes los dominicanos Jaime Peterson y Eulis Baez.

Su tiempo lo ocupa con entrenamientos, dos sesiones diarias, una por la mañana y otra por la tarde. Entre medias -”dice-” «siempre tomo la siesta». No madruga. El día para él empieza a las diez de la mañana y asegura que se acuesta pronto, «después de cenar y estar un rato con el ordenador».

Las pausas son para ir al cine. No quiere apartarse de una de sus pasiones, el arte universal. «Mis películas favoritas son la trilogía del Padrino, los Siete Magníficos, Uno de los nuestros y las del oeste, sobre todo las de Clint Eastwood , como El bueno, el feo y el malo», revela. Va con frecuencia al centro comercial, porque -”aclara-” «me gusta salir por ahí de cena». Comparte estos momentos con alguno de sus compañeros, pero también con otros amigos que ya tiene en León e incluso con uno de sus primos. «Vive en Toledo, también es dominicano y a veces me visita», explica. Piensa en pasar la Navidad con él.

Tiene en la Play Station su válvula de escape. «Juego mucho a la consola, me gusta el Call of Duty y el Fifa, aunque antes era más del Pro Evolution Soccer», describe Quezada, que apunta en el fútbol otra de sus pasiones, quizá la más arraigada, después del baloncesto. «Yo siempre he sido un fanático de España no sólo por el basket, que es muy bueno, sino por el fútbol. Tenéis una buena selección y una buena liga», asiente. Idolatra a «Iniesta, por supuesto, a los dos Xavis, a Silva y a Llorente», pero sobre todo comulga con los principios tácticos de Mourinho. «Yo soy más del Real Madrid porque me gusta Mou, creo que es un buen manager y la táctica que usa para que toda la presión vaya contra él es muy innovadora», alaba.

Su primer contacto con la pelota fue prematuro. «Empecé a jugar cuando tenía cuatro años, mi papá era profesional en la República Dominicana y eso me marcó», matiza. Salió de su país natal con sólo tres años y lleva toda su vida en Nueva York, donde desarrolló sus dotes como deportista profesional.

Estudió un grado de Psicología, disciplina donde acuna su futuro. «He terminado mi carrera en la Universidad y cuando me retire puede que me dedique a la psicología, pero no a la deportiva, quiero trabajar con niños», aduce.

Por el momento, aún tiene que demostrar muchas cosas en el baloncesto de élite. Es un jugador por explotar. La Liga LEB Oro es el espejo donde quiere reflejar su capacidad. En sólo tres meses promedia casi 17 puntos por partido. Es un buen comienzo.

PIE DE FOTO
Manny Quezada ojea una revista en su casa, después del entrenamiento, junto al ordenador y el balón.

Escrito por: Sergio. C. Anuncibay
Publicado por: clubcienfuegos.es.tl Esta web ha sido diseñada por Mega Color Support Entertainment © 2009 ( Contactos: ordenesmegacolor@hotmail.com * tel.: 829-850305
 
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