Murió en el día de hoy, a la edad de 77 años, el empresario santiaguero Manuel Arsenio Ureña, afectado por un cáncer.
El empresario llegó a la sala de emergencias del Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), donde murió más tarde.
Oriundo de San José de las Matas, dirigió el Plan Sierra, participó
activamente en AMAPROSAN, la junta de directores CORAASAN, entre otros
cargos.
Breve biografía de Don Manuel Arsenio Ureña:
Manuel Arsenio Ureña es nativo del paraje Guama, de San José de las
Matas y, de acuerdo a su criterio, él es fruto de la oportunidad que le
dio la sociedad y que ha sabido aprovechar gracias, de manera
fundamental, a los ejemplos que le dieron a él y cinco hermanos sus
padres Augusto Ureña y Dilia Guzmán.
Allí asistió a la escuela hasta el cuarto de la primaria pero, para
recibir clases, todos los días tenía que caminar, descalzo, alrededor de
siete kilómetros. Fue una época que la recuerda como de “pobreza
extrema”, situación que era enfrentada con una jornada de trabajo de 12
horas de don Augusto, devengando un salario de 20 centavos diarios,
mientras doña Dilia se dedicaba a la siembra en un pequeño conuco.
Recuerda Arsenio Ureña que la falta de recursos económicos en la familia
era tal, que la forma más común de mitigar el hambre era comiendo
verdolaga, yerba silvestre de mucha abundancia en los campos, utilizada
mayormente para la crianza de cerdos. Reveló que, a pesar de la
comodidad económica en que ahora se desenvuelve “de vez en cuando me
como un plato de verdolaga, que todavía me sabe a buena comida”.
Esa primera etapa de su existencia, en que se puso los primeros zapatos
cuando tenía ocho años, lejos de provocar trauma en él y sus hermanos,
los preparó para enfrentarse a las dificultades que encierra la vida,
hasta convertirlo en un exitoso empresario, modelo de su clase y orgullo
de la provincia de Santiago.
Evocando aquellos tiempos, con la voz trunca por la emoción y los ojos
cristalizados por las lágrimas, Don Manuel abrió su corazón ante el
reducido auditorio, para decir que fue esos calzados se lo prestaron a
esa edad, para hacer la primera comunión, para lo que tuvo que caminar
12 kilómetros, de Guama a Jánico.
Don Manuel Arsenio Ureña y su esposa Camelia, junto a varios de los jóvenes auxiliados por "Acción Callejera".
Ahora, tras los años transcurridos, Arsenio Ureña solo encuentra una
aplicación de que su familia lograra superar esa prueba de pobreza
extrema: el que cada día de entonces, al levantarse y acostarse, ellos
encomendaban sus acciones a Dios.
Así lo confesó el propio Arsenio Ureña a un grupo de niños, jóvenes y
adolescentes socorridos por la institución “Acción Callejera” en esta
ciudad, con quienes compartió ayer al asistir a su local, donde se
bendijo un comedor que él donó, para que esa entidad ofrezca mejor
servicio a los necesitados.
El conocido empresario (que prefiere se le denomine como comerciante)
narró a grandes rasgos su vida, desde su infancia hasta el presente. Lo
hizo para decirles con hechos a sus interlocutores de la ocasión, que se
puede llegar a la cúspide económica y social, sin importar el origen
humilde ni el lugar donde se haya nacido.
En sus años de adolescencia, asegura que montando “al pelo” un burro era
muy feliz y lamenta que la juventud de hoy solo halla la felicidad “si
sus padres le compra un carro del año, lo que se produce como
consecuencia del desarrollo, pero que para mí es una pena, ya que los
apartamentos, casas lujosas y vehículos pueden proporcionar
satisfacción”.
INICIO DE SU FORTUNA
A la edad de 14 años, su hermano mayor, proveniente de la primera esposa
de su madre, llamado Toribio y quien se había establecido en esta
ciudad con una pulpería en la avenida Valerio con 16 de Agosto, lo trajo
a trabajar con él.
Allí trabajaba de lunes a sábado de seis de la mañana a seis de la tarde
y los domingos hasta las 12 del mediodía. En la tarde dominical se
dedicaba a limpiar zapatos. Poco a poco logró guardar dinero hasta sumar
cinco pesos, con los que compró el ejemplar a Carlos Gallardo, criador
de esos animales en el sector La Joya.
Entonces procedió a enviarlo el puerco a su madre que vivía con su padre
y hermanos en el campo y allí lo alimentaron de forma tal que luego lo
vendió por una buena cantidad de dinero, suficiente para reinvertirla en
la adquisición de otros puercos, hasta acumular la cantidad necesaria
para iniciar un negocio más organizado.
En el encuentro con los jóvenes de “Acción Callejera”, Don Manuel dijo
con orgullo que, de su caja de limpia botas comenzó a forjarse lo que
hoy se conoce como “Manuel Arsenio Ureña, C. por A.”.
Su inicio oficial como comerciantes fue el 13 de octubre de 1962, con un
colmado en el barrio Baracoa y el 31 de diciembre de ese año fue el
cierre del ejercicio fiscal de la compañía que fundó con su esposa
Camelia Rodríguez de Ureña y, desde entonces, no ha dejado de cumplir
con el pago de los impuestos “contrario a lo que hacen algunos
pudientes, que evaden esa responsabilidad, lo que mi familia nunca ha
compartido”.
Desde hace 45 años, la familia cimentada por Arsenio Ureña, completada
por cinco hijos (cuatro varones y una hembra) ha podido desarrollar
varias empresas, suficientes como para tener una empleomanía de más de
mil servidores. Cuenta que una vez puso en marcha un plan de dotar de
casas a los empleados y tuvo problemas, hasta el extremo que lo tildaron
de comunista.
Don Manuel Arsenio Ureña, presidente de la empresa que lleva su nombre y
de entidad comercial “Camelia Agroindustrial”, también se ha destacado
como líder empresarial, siendo miembro fundador de la Asociación de
Mayoristas en Provisiones de Santiago (AMAPROSAN), de la Asociación de
Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS), del Plan Sierra y del
consejo de directores de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado
de Santiago (CORAASAN).