Pese a los reiterados cuestionamientos de organismos internacionales
como Amnistía, que publicó el año pasado “Cállate si no quieres que te
matemos”, uno de los informes más duros sobre violaciones de derechos
humanos cometidas por miembros de la policía dominicana, decenas de
civiles mueren o resultan heridos cada mes a manos de agentes policiales
y de otros organismos de seguridad del Estado.
Sólo en lo que va del presente año alrededor de 60 civiles han muerto y
decenas resultaron heridos, tras ser baleados por policías y militares,
según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, entidad que califica
a muchos de los casos como “ejecuciones extrajudiciales”.
Los datos oficiales de la Procuraduría General reportan 39 civiles
caídos durante los meses de enero y febrero, en lo que el Gobierno
califica de “acción policial”, tres víctimas más que para la misma fecha
del año 2011.
En enero y febrero la tasa de homicidios en acción policial por cada 100
mil habitantes fue de 2.25, según el reporte que registra 335
homicidios en estos primeros dos meses de 2012.
Durante este año los agentes de la Policía, de la Dirección Nacional de
Control de Drogas (DNCD) y de otros organismos de seguridad del Estado,
también han herido a más de veinte civiles, tanto mientras están
desempeñando sus funciones como uniformados o en conflictos de carácter
particular.
Además se registraron casos que reflejan exceso y brutalidad en el
cumplimiento de la misión policial, como la dispersión, a bombazos y
tiros, de una marcha de protesta organizada por mujeres militantes del
opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en Santiago. En el
incidente los agentes detuvieron incluso a algunos padres con sus hijos
menores, lo que provocó grandes críticas y llevó a la jefatura de la
Policía a sancionar con diez días de arresto al coronel Escolástico
Eusebio Acosta, “por actuar con negligencia y falta de tacto”.
También en Santiago, hace unos días, el reportero gráfico Santos Arecena
y su madre, la señora Cirila Aracena, de 78 años, fueron golpeados en
forma brutal por una patrulla. Las víctimas denunciaron que los agentes
se presentaron a su casa del ensanche Bolívar y les propinaron
puñetazos, patadas y empujones, para luego disculparse porque se trató
de una equivocación.
El vocero de la Policía, general Máximo Báez Aybar, reconoce los excesos
policiales: “Por supuesto que se dan casos…, por supuesto que se dan
casos… El mismo de Santiago con la madre del periodista”. “Somos más de
33 mil hombres y mujeres venidos de hogares de todas las clases
sociales. Sabemos que dentro del accionar policial pueden darse
situaciones que son adversas a las directrices de la Jefatura de la
Policía”, apunta.
Diariode3.com