SANTIAGO, República Dominicana. Es evidente y preocupa el tímido
respaldo de los fanáticos a la Arena del Cibao para presenciar los
juegos del XXXII Torneo de Baloncesto Superior de Santiago, cuya serie
regular culminó la noche del martes con la clasificación de los equipos
de La Plaza Valerio, Pueblo Nuevo, CDP y el G.U.G.
La justa deportiva, dedicada al presidente de la Cámarade Diputados,
Abel Martínez, por la disputa de la Copa Bohemia, no ha cumplido el
propósito de los organizadores, en una negociación comercializadora que
envuelve cerca de 100 millones de pesos por los próximos cuatro años.
Las razones del por qué el pobre desempeño del torneo se desconocen,
pero la creencia de lo que sucede por parte de cronistas deportivos y
aficionados es un secreto a voces.
Y es que las pugnas internas que involucran al Comité Organizador, el
personal y gerentes de clubes, el matiz político que se ha pretendido
dar en el torneo, la falta de incentivos al fanático, denuncias sobre
presunto uso de drogas narcóticas en la Arena del Cibao, adherido todo a
la crisis económica y a la inseguridad ciudadana, podrían ser factores
que hayan incidido en el declive del evento este año.
En cada juego las cámaras de televisión ponen al desnudo el escaso público que asiste a respaldar a su equipo.
Es lamentable que en vez de resolver los problemas y crear las
condiciones para atraer público, asalariados y otros relacionados al
torneo del “mejor baloncesto del país”, se dediquen, como “viejas
respondonas”, a lanzar improperios a quienes critican y hacen denuncias
sobre los acontecimientos que suceden en el certamen.
Querer minimizar a los medios de comunicación, fundamentalmente a los
periódicos digitales, conjuntamente con sus representantes, es una forma
si se quiere hasta irresponsable de quienes se dedican a esa tarea.
Por eso en las democracias es tan importante que, aunque sea una mínima
parte de los medios, no estén concentrados ni comprometidos con una
misma causa.
Después de todo, hagan ustedes sus propios juicios.
Por: José Alfredo Espina// caribbeandigital.net/