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martes, 29 de mayo de 2012

Papa quiere ir al fondo del escándalo por filtraciones



El papa Benedicto XVI desea ir al fondo para descubrir la verdad sobre el "vatileaks", la crisis por la filtración de documentos confidenciales sustraídos de los aposentos papales y publicados en la prensa.



"El Papa es testigo de un problema que le toca muy de cerca, vive una situación de dolor con un deseo de comprensión, de luz para encontrar la verdad, la correcta lectura de estas situaciones", dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.



"Este deseo, conciencia y necesidad de una profundización de análisis, estudio, valoración (el pontífice) la sentía desde hace tiempo", agregó tras reconocer que Joseph Ratzinger estaba preocupado por la fuga de documentos desde antes del arresto de su mayordomo personal.



En un encuentro con los periodistas el director de la sala de prensa de la Sede Apostólica ofreció algunos detalles del avance de la investigación interna encaminada a echar luz sobre el "vatileaks", que ya se convirtió en la crisis más profunda del actual pontificado.



Recordó que se están llevando a cabo dos procesos paralelos: por un lado una comisión de cardenales realiza audiciones con diversos empleados de la curia romana que podrían ofrecer indicios útiles sobre los responsables de las filtraciones.



Y por otro, agregó, se está llevando a cabo el proceso judicial ante los tribunales vaticanos contra Paolo Gabriele, de 46 años, mayordomo de Benedicto XVI arrestado la noche del miércoles 23 de mayo luego que se descubrieron en su casa diversos documentos sustraídos de las habitaciones papales.



En El Vaticano, confesó, existe desconcierto porque nadie se hubiera imaginado que uno de los colaboradores más cercanos al Papa pudiese haberlo traicionado, una situación que ha abierto "serias dudas".



"Una cosa es la impresión y el conocimiento sobre la persona, al respecto cada quien puede decir lo que quiera, si él ocupó durante seis años su función quiere decir que se comportaba de un modo apto, sin dar señales particularmente preocupantes", estableció.



"Es necesario escucharlo, comprenderlo, ver si tiene versiones para dar, por eso es importante que haya demostrado una voluntad de colaboración a través de sus abogados", agregó.



Precisó que Gabriele, conocido como "paoletto", realizó su trabajo hasta poco antes de ser arrestado e incluso el mismo miércoles por la mañana ingresó a la Plaza de San Pedro a bordo del "papamóvil" para la audiencia pública semanal de Benedicto XVI.



Según Lombardi el mayordomo fue interrogado antes, en la búsqueda de algunos indicios, los cuales no se obtuvieron sino hasta el último momento y que fueron elementos decisivos para proceder como se hizo después.



"La palabra justa para resumir este momento es la de una dura prueba para el Papa y la curia romana, que esperamos superar con un paso decisivo de identificación de la verdad, de los problemas y del camino para gozar de la confianza del pueblo de Dios", sostuvo el portavoz.



Reconoció que todos, en El Vaticano, están conscientes de la gravedad de la situación pero aclaró que no debe ser tomada como "algo trágico o terrible".



"Los objetivos del Papa y de la mayor parte de sus colaboradores son inspirados por la fe y el deseo de servir a la Iglesia, por eso no nos atemorizamos de los problemas, las dificultades y los errores, buscamos reaccionar de un modo correcto, recorriendo un sendero difícil de verdad", apuntó.



Mientras los tres cardenales avanzan con sus audiciones y los indicios los giran a la Gendarmería Vaticana, en los próximos días Paolo Gabriele será sometido a una serie de interrogatorios de los cuales, se espera, surjan nuevos elementos de investigación.
 
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